Champions League de Asia: Cristiano Ronaldo eliminado por Crespo, ¿semifinales con Gallardo?

Al Ain se clasificó tras vencer 3-1 a Al Nassr en la definición por penales; el portugués falló varias ocasiones y su acierto en los penales no fue suficiente

Casi 140 minutos de partido, sumados los 90, los 30 del suplementario y los generosos tiempos adicionados en cada una de las cuatro etapas. Una noche interminable en Riad para que Al Ain de Hernán Crespo, tras una victoria por penales sobre Al Nassr de Cristiano Ronaldo, se clasifique a las semifinales de la Champions Legue de Asia. A los saltos y eufórico se lo vio en el final al exdelantero argentino sobre el césped del estadio Al Awwal.

Crespo podría enfrentarse en las semifinales con Marcelo Gallardo, que la tiene complicada, porque Al Ittihad debe revertir la derrota por 2-0 que sufrió frente a Al Hilal en el primer partido de los cuartos de final.

Un partido de locos, imposible de encerrar en un concepto, propio de las oscilaciones de rendimiento en el fútbol de la península arábiga. Emotivo e impredecible a partir de lo inverosímil, de aciertos e inconcebibles errores en los dos arqueros. No todo era lo que parecía. Como el muy buen primer tiempo del Al Ain, que después se derrumbó, desapareció, hasta que volvió al partido por unos minutos.

El árbitro Said Al Kaf (Omán) se apiadó de la noche sin puntería de Cristiano Ronaldo y en el cierre del suplementario, cuando su equipo tenía 10 jugadores por una expulsión, le concedió un penal por un leve agarrón de un rival. CR7 lo convirtió y el 4-3 le permitió a Al Nassr llegar a la definición por penales (la ida fue 1-0 para Al Ain).

En los remates, las figuras internacionales que contrató Al Nassr no estuvieron a la altura. Eisa le atajó el penal al croata Marcelo Brozovic, el disparo del brasileño Alex Telles dio en el travesaño y el del portugués Otavio salió desviado. Solo convirtió Cristiano, y con suspenso, porque el guardavalla llegó a rozar la pelota. Para Al Ain anotó el ex-Huracán “Kaku” Romero Gamarra para la victoria 3-1.

Puede darse más que satisfecho Crespo. Su equipo hizo un partido muy serio al comienzo. Supo defenderse con la pelota, trianguló en varios sectores del campo y fue selectivo en los ataques. Una producción para elevar las acciones del entrenador argentino, que asumió hace poco más de tres meses y medio en el conjunto emiratí, que en la liga local ocupa el segundo puesto, a ocho puntos del líder.

En dos oportunidades, Rahimi castigó las deficiencias defensivas de Al Nassr en el sector derecho. Completo en su capacidad para algo más de 25.000 espectadores, el estadio Al Awwal Park, de Riad, era testigo de la falta de cohesión de Al Nassr, un equipo de voluntades dispersas. Más apellidos que funcionamiento.

Fue un duro golpe para Cristiano Ronaldo, el cinco veces Balón de Oro, que ya no puede imaginarse en el próximo Mundial de Clubes. Con esta competencia todavía sueña Lionel Messi, que este miércoles disputará con Inter Miami ante Nashville el desquite de los octavos de final de la Concachampions.

Cristiano, tras las dos situaciones de gol que no pudo aprovechar en la ida, este lunes no tuvo la potencia y dirección necesarias. En la primera etapa ejecutó un tiro libre desviado, otro dio en la barrera, un cabezazo se fue por encima del travesaño y otro remate lo controló el arquero Eisa. En la segunda etapa, CR7 siguió desenfocado.

La impotencia propia y de Al Nassr fueron aumentando el fastidio de Cristiano, quejoso con los rivales y con el árbitro cuando un compañero suyo simuló un penal. El grupo de simpatizantes de Al Ain que viajó desde los Emiratos Árabes, desde antes del partido coreó el grito “Messi, Messi, Messi”, que tanto irrita al portugués.

Dentro de un trabajo grupal sin mayores fisuras, en el que todos aportaron a la causa, la figura de la serie fue el delantero marroquí Soufiane Rahimi, autor de los tres goles, el 1-0 de la ida y dos en el desquite. También convirtió con un muy buen remate en la definición por penales. Con esporádicas presencias en el seleccionado de Marruecos, Rahimi suma ocho goles en nueve cotejos y alcanzó en el primer puesto de la lista de goleadores a Aleksandar Mitrovic (Al Hilal) y a Crysan (Shandong Taishan).

La sólida estructura de Al Ain empezó a tambalear en el cierre del primer período. El arquero Eisa, que no venía cometiendo errores, salió demasiado lejos a perseguir a Sadio Mane y dejó un hueco por el que descontó Abdulrahman Ghareeb. A Al Ain se le aflojaron las piernas con el gol de Al Nassr. El segundo tiempo fue otra historia. La defensa visitante se agrietó y el arquero entró en pánico. Eisa hizo un gol en contra de un centro de Otavio.

Al Ain se desfiguró, nada que ver con el equipo del primer tiempo. El arquero visitante, con un débil rechace, le sirvió en bandeja el tercer gol a Cristiano Ronaldo, que a dos metros del arco tocó de zurda desviado. Ni él lo podía creer, el delantero que va en camino a los 900 goles en su carrera profesional fallaba en lo más sencillo.

Al Nassr entendió que era su momento ante un adversario que hacía agua por todos lados. No sorprendió el tercer tanto, convertido por Alex Telles con un tiro libre cruzado, otra vez ante la débil oposición de Eisa. Crespo estaba enfurecido en la zona técnica, protestando porque un exceso de Mané, que había agarrado del cuello a un rival en una simulación de ahorque, solo mereció una tarjeta amarilla. El exdelantero de River reclamó vehementemente la tarjeta roja.

En 28 minutos, Al Nassr revirtió lo que parecía muy complicado. Había hecho un fuerte desgaste y bajó la intensidad en el último cuarto de hora. Un respiro para Al Ain, que se había visto desbordado. En ambos períodos se aplicó tiempo adicionado con el criterio que se utilizó en el Mundial de Qatar. Ocho minutos en la primera etapa y nueve en la segunda, que llegaron a ser 10. Todo lo contrario a lo que suele ocurrir en el fútbol argentino, donde rara vez se agregan más de cinco minutos, a pesar de las continuas interrupciones.

A la duración extra-large del partido se agregaron los 30 minutos del suplementario. Había cansancio y también algunas mentes embotadas. Solo así se puede entender la expulsión de Ayman Yahya (Al Nassr), que se arrojó con los dos pies sobre el torso de un rival caído. Recibió solo una amonestación, pero tras la revisión en el VAR fue expulsado.

Así como Al Ain en un momento iba camino a la autodestrucción, ahora era Al Nassr el que tiraba todo por la borda. A la expulsión le siguió el garrafal error del arquero Raghid Najjar en un remate cruzado del argentino ex-San Lorenzo Matías Palacios. Manos de manteca para que la pelota le quedara a la arremetida de Alshamsi.

A Al Ain le alcanzaba el empate y tenía un jugador más, pero Cristiano fabricó un penal, justamente para llegar a los penales, última estación de un frenético partido.